DEVOTO E STAGNARO
DEVOTO E STAGNARO

MAESTROS ARTESANOS DE LA IDA Y LA VUELTA.
Marco
Cipolloni
(Universidad de Módena y Regio Emilia)
La idea de coordinar más de un recorrido expositivo en un solo itinerario (y
como consecuencia de ello, en un único catálogo) para tratar de ofrecer una
síntesis representativa y creíble de los múltiples flujos de ida y vuelta y de
las complejas relaciones artísticas y culturales que durante todo el siglo XX
han acompañado y enriquecido de matices el dinamismo socio-económico de la
emigración ligur hacia las grandes metrópolis y los vastísimos horizontes del
cono Sur de América Latina, representa un desafío de notable interés y de amplio
respiro, pero justamente por eso, resulta difícil contar esta experiencia.
La opción opuesta, o sea la de multiplicar los recorridos expositivos y las
ocasiones de indagar en la(rememoración, transformando la totalidad en un
calidoscopio de experiencias individuales, no resultaba satisfactoria. Habría
sido dificil evitar el riesgo de un exceso de fragmentación, los itinerarios
individuales de cada artista y de su trabajo habrían prevalecido, perdiendo de
vista el contexto y la perspectiva general, elementos que en cambio son
fundamentales para comprender y explicar las razones profundas y paralelas de
vocaciones originales como las que se han forjado a partir del tejido social
ligur en verdaderos barrios-colonia como el de La Boca.
Justamente por esta razón y navegando entre los peñascos de la sociología y los
de las biografías, Cimameriche (pequeño festival de cine, gastronomía,
literatura y arte dedicado a temas como el gusto y las migraciones,
profundizados culturalmente a partir de sus dimensiones materiales y
espirituales) ha decidido colocarse y colocar su compromiso dentro de la
corriente participando en el Congreso Genovés del Instituto Internacional de
Literatura Iberoamericana a través de dos itinerarios expositivos simultáneos,
que tuvieron lugar en Sestri Levante y Chiavari, dedicados a dos maestros de
las artes contemporáneas: el escultor Antonio Devoto y el cineasta Juan Bautista
Stagnaro. La obras y el material expuestos (esculturas y dibujos en el primer
caso, documentos, afiches y fotografías en el segundo) fueron presentadas a
través de una tribuna virtual constituida por un CD, catalogadas conjuntamente
y presentadas a partir de las grandes metáforas de la identidad que comporta el
emigrar y el volver.
Los dos artistas que, manteniendo la especificidad del propio trabajo y la
peculiaridad de las respectivas perspectivas personales, prestaron la imagen de
su labor para un contrapunto que transformó ambas vocaciones en ejemplos
concretos de la tarea creativa de dos generaciones, dos artes, dos estaciones y
dos vetas de la misma fenomenología migratoria, de la misma cuestión de
identidad que la actividad cultural permite focalizar.
En el espacio virtual y postmoderno del catálogo informatizado dos vocaciones
modernas se encuentran y dialogan, documentando en modo ejemplar las
transformaciones evolutivas de un horizonte común.
Dentro de este marco al maestro Devoto, nacido en Chiavari hace un siglo y
activo en Argentina a partir de 1923, le ha tocado representar el itinerario de
IDA, o sea el momento del transplante de una formación académica italiana y
ligur hacia la otra orilla del océano, dentro de la trama de la gran periferia
bonaerense y las perspectivas ilimitadas del mundo rural de la Pampa.
A Stagnaro, nacido en Mar del Plata de padres rivani (originarios de Riva...)
cuarenta años más tarde, le ha tocado en cambio, hacerse cargo del peso
simbólico de la nostalgia y del recorrido de REGRESO, o sea del tema de la
reconstrucción y recuperación de la memoria, de la identidad, a partir de las
posibilidades de un medio de comunicación mucho más moderno y tecnológico, con
todas las implicaciones típicas de una tarea tan representativa del siglo XX
como es el “hacer cine”.
Juntas, o mejor dicho en “duo”, las muestras dedicadas a Devoto y Stagnaro
generan muchas reflexiones y dan una idea del nivel de calidad que ha
caracterizado el aporte ligur en la construcción de la conciencia artística y
social del Nuevo Mundo, como así tambien en la formación de la identidad, o sea
en la realización de un proyecto estético, ideológico y tecnológico que tiene
mucho de epopeya constructivista y que sólo puede ser comprendido profundamente
a partir de un diálogo con la geografía, al mismo tiempo material y simbólica,
de la pérdida de raices y del enraizarse, o sea a partir de la aceptación de una
doble dimensión de la memoria migratoria y de sus mecanismos sociales y
psicológicos.
En este sentido Devoto y Stagnaro son verdaderos “maestros” en las artes a las
que se han dedicado, tanto por el hecho de tratarse de artistas y artesanos
rigurosos en su quehacer, que por la labor pedagógica que los ha visto como
transmisores de conocimiento y conciencia.
La iniciativa y el trabajo del equipo de Cimameriche, al cual me refiero y
promuevo intentan ser un sentido homenaje al valor y relevancia de dos
trayectorias artísticas cuyo diálogo suscitará nuevos estímulos. Me refiero al
proyecto de Stagnaro para una película sobre Quinquela Martín y la vida
artística del barrio de la Boca, y a la inauguración inminente de la Fundación
Levaggi en Buenos Aires, donde encontrarán colocación definitiva algunas piezas
expuestas en Chiavari.
Nuestra mirada hacia el pasado debe mucho al presente y más concretamente a la
colección y disponibilidad de Marco Levaggi, a la memoria viva del Columbianum
que desde el cine Lux de Sestri Levante favoreció la difusión en todo el mundo
del Nuevo Cine Latinoamericano, a la Facultad de Lenguas y al DISCLIC de la
Universidad de Genova, a las municipalidades de Sestri Levante, Lavagna y
Chiavari, a la Fundación Casa-América, sede de las proyecciones del homenaje a
Stagnaro, y al maestro Massimiliano Damerini y a su grupo “Damerini ensemble”,
por las notas del concierto “Viaje a través del tango argentino” (grabado en el
Teatro Módena) que acompañan el itinerario de nuestro catálogo. Y para
concluir, expreso nuestro sentido agradecimiento por la generosidad de Nino y
Gabriella De Carlo, propietarios del maravilloso Claustro de las Clarisas en
Chiavari donde se encuentran expuestas las piezas de la muestra de Devoto.
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